26.04.2012 [#2]


Caminamos, sin rumbo fijo, o eso creo, le sigo. No sé de que hablarle, y sin embargo las palabras salen por mi garganta y no tengo tiempo de pararlas. 
El me habla de su vida, de ese año que hemos estados sin hablarnos, de todo lo que había pasado. Y entonces lo suelta, como si nada, relámpago.

-Estuve en coma-

Y de pronto todo en mi interior se para, no para él, porque la conversación sigue su curso. Lo primero que pienso es "mentira", "no", pero es una manera de negarme lo obvio, de que si le hubiese pasado algo, yo, no me habría enterado, si mas.
Y me duele, ese echo sin más, me duele. Le miro, y sé que está bien, que pasó todo y que no fue para tanto. Pero mi mente no deja de pensar, que si de lo contrario, él no estaría en este preciso momento a mi lado.

Y tengo ganas de besarle, otra vez, pero de nuevo, no es el momento.

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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.