Cuando los sueños se rompen

Pensé que podríamos hacerlo, lo creí de verdad. Y una pequeña parte de mi lo sigue creyendo, pero ahora entre lágrima y lágrima solo puedo ver que la minúscula ventana que empezaba abrirse mostrandome París se acaba de cerrar de golpe. Sin aviso, asustandome y dejandome a oscuras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.