Give me love


Las cosas me hicieron ver que fui una insensata contigo, y que nuestro cariño se fugó por otros caminos que yo jamás podré encontrar.
No quiero una invitada por cortesía en tu corazón, y a veces innegablemente me aceptas por el simple echo de no dejarme de lado.
Que ingenua sería si no supiese que tus caricias no me pertenecen y que el aire que respiras, no es más que eso, aire, y no la sustancia química de la que un día creí estar atada.
Cada palpitación bajo mi fina piel, se siente como una aguja clavada minuciosamente en el rincón de mi corazón donde tu nombre se quedó grabado, y duele, pero el dolor lleva tanto tiempo a mi lado, que ya no recuerdo un día que no lo sintiese.
Pues soy única en lo que se refiere a la manera de amarte, única en la manera de odiarte.
La vida, dejó que nos divertieramos conforme a los días y las noches, nos dejó saciar esa sed incierta de piel o de amor, ¿Quien sabe? Quizás solo fuimos dos más en esa locura de juego.
Por eso voy a coger la vida como me venga, intentando no hacerme daño.


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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.