Hoy le escribo a él, te escribo a ti.


Estás aquí, o al menos yo supongo que él está aquí.
Esto no es una carta de amor, ni de promesas pasadas.
No voy a darle las gracias por nada,  aunque siempre le estaré agradecida por su vuelta.
 En estos días le he estado recordando, si a ti, y he llegado a la conclusión de que todo fue rápido, de que en realidad no sé si quiera si esto era mutuo, y que supongo que no lo sabré, pero no estoy mal por ello.
Esta vez las cosas van a ser diferentes, lo voy a intentar, va a ser de esa manera suave y divertida.
Quiero que un día sonrías y me digas que lo has superado todo, y que creas en ti.
Porque yo si creo en ti, y ahora estoy de tu parte, seré todo lo que quieras que sea.
Seré el punto positivo que te hace falta, y la que te haga pasar hambre por las noches para que me dejes alimentarme de tus palabras.
& lo vuelvo a repetir, no es una declaración de amor, soy tu amiga, su amiga.
O lo pienso intentar.
Pero no te voy a mentir, me gustabas, y me gustas.

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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.