Pero no lo hice.


De haberte conocido, hubiese cerrado las ventanas.
Habría dejado ese tren pasar, olvidarlo, perderlo.

Las puertas a mi corazón tendrían candado.

Habría tenido cuidado con los desconocidos.
No me hubiese dejado manipular.
Habría escuchado los consejos de mis amigos.
No habría derramado más de dos lágrimas innecesarias.
Habría sonreído y hubiese seguido adelante.
Habría sido feliz, muy feliz, de verdad.


Pero no lo hice, no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.