Maldita...

Maldita sea la hora en que decidí quererte, en la que decidí añorarte y pensarte siempre que nunca estas...
Pero me canso, y se que esto no es un sueño, que realmente me duele, y que aunque tuviera alas nunca podría volar sin ti.
Creí que le escribia esto a alguien a quien le tengo mucho aprecio, a quien quiero y por el que un día lloré por su ausencia, pero me doy cuenta de que no siento tanto por ti, y que si lo siento realmente es porque te tengo tan idealizado que mi mente piensa que necesita tenerte, aunque yo sé que no, espero que no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.