Y en aquel momento en el que su deseo se hizo realidad, deseó no haberlo deseado. "Que irónico" pensó el brujo mirándole de arriba abajo. Pero ya era tarde y el daño estaba hecho.
No sabía si alguna vez le agradaría ser lo que era o si se acostumbraría, pero fuese cual fuera el resultado, sabía que jamás se perdonaría haber matado a su madre.
¡Qué bonito!
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarMuy bonito :)
Un beso!