Por ti me dejo la piel y las entrañas.


Ven aquí, no se porque estás tardando tanto. No me lo explico. Ven.
Acércate a mi oído y explícame las razones de por qué estás conmigo, por que yo.
Pero de verdad, necesito saberlo. Eres tan increiblemente perfecto con tus defectos y tus virtudes. 

Con tu sonrisa perversa y tus labios carnosos.
Por eso puedo decir, que por ti me dejo la piel. Que dejo que la adrenalina recorra mis venas de arriba abajo, que mi corazón bombee el veneno de tu amor, que justo ahora estalle. BOOM

Que me deje enamorarme cada vez más y más, sin parar, porque pienso hacerlo a cada instante.
Me gusta verte sonreír  ver el brillo que emiten tus ojos cuando muerdes, tiras y lames mi piel, haciendo que esas mariposas revoloteen por mis entrañas. Mariposas que matas y vuelves a revivir con tus besos.

Lucha encarnizada de dos cuerpos dentro de una cama. Nosotros.
Por eso, por ti me dejo la piel y las entrañas.

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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.