Vienes como relámpago, te trasladas a mi mente, de manera insistente, y tu manera de hacerlo es tan injusta, te instalas ahí, en la parte de mis sueños que no puedo controlar, arañando mis recuerdos, trasladando sentimientos.
Lo cierto es que apareces cuando menos te espero, pero cuando lo haces, es exactamente de la manera que deseo. Tan bien me conoces, que dices las palabras exactas en el momento adecuado, y si es mi mente, que manera tan dulce tiene de torturarme y si es el diablo, tiene una manera muy perversa de reírse de mí.
Pero te encuentras en mi mente, porque no has salido de ahí, y me hablas como si fueras tú, acallando a gritos mi conciencia que dice que cierre sesión y termine con tus palabras cargadas de mentiras. Y aparece el corazón que reclama solo un poquito de tu atención, y vuelvo a caer, a caer…
Pero en los sueños siempre hay algo que no tiene ni pies ni cabeza, y es que dices que son seis meses y yo te digo que es un año. Un año ya sin verte. Me gustaría decir que un año sin saber de ti, pero no sería cierto.
Pero vuelvo a caer en el sueño, tú estás ahí, radiante, brillas, en mi mente lo haces, que desee una sola caricia tuya, habla mucho de mí, que tú me la des, también dice mucho de ti. Pero la cuestión surge cuando yo todavía, despierta, reclamo esa caricia fingida, y tu, ya no estás.
No estás, rompiste tu más vil promesa, y que alguien nos perdone, a mi por amarte y a ti por largarte.
¡Qué bonitas palabras! Y cuántos sentimientos transmiten, ¡Me encanta! Escribes muy bien, consigues que las palabras resulten bonitas aún en textos pequeños, qué maravilla :)
ResponderEliminar¡Muchos besitos de café ♥!
Mocca