No quería escribirte

Hoy leía nuestras conversaciones, todavía no sé porque las tengo guardadas, y seguirán ahí por todo el tiempo que sea necesario.

Probablemente la música también me ayude a escribir esto, después de tanto tiempo que ya no sé si realmente lo leerás, no me importa.

Suena Closer- Kings of Leon, y me da vueltas la cabeza.

Sé que el tiempo te ha dejado llevar, y a mí me llevó con él, pero no solo es tiempo lo que nos separa, ni aire lo que nos une.

Porque tú y yo no somos nada, nunca lo fuimos, miento.

Fuiste mi amigo, de todas las maneras que pudiste serlo, me reía contigo, y sé que tú también te reías conmigo.

Y después de todo, de tantas cosas que te he dicho, y que posiblemente, diga, se que la culpa no la tenemos ninguno de los dos, y no acepto ni la mitad de cosas que tú has dicho.

De la misma manera que tu llamada sigue siendo estúpida, como muchas de las cosas que he leído esta tarde.

¿Cuántas cosas me dijiste que no son ciertas? ¿Y cuáles eran verdad?

Jugar con fuego siempre se nos dio bien, y créeme, chato, que la vida está para vivirla.

Pasaran los días, las semanas, los meses, de los cuales ya han pasado muchos, y tú seguirás ahí, en tu vida blanca, inmaculada, cerrada a cal y canto, y es que es tan triste…

No por ti, ni por mí, pero sé que teníamos algo, que juntos nos hacia especiales.

Teníamos esas tardes llenas de risas y de cursilerías de las cuales todas eran completamente nuestras, y el cielo es testigo de que solo nuestras. ¿Qué pasaría si ellas las viera?

Es gracioso, porque hasta para eso soy egoísta, no son de ella, son mías.

Y ahí están, conversaciones, conversaciones… No quería escribirte, pero ellas lo merecen.