Ambos eramos dos notas distintas, tan discordantes.
Inexistentes.
Pero a ti te gustaba el helado, y a mi este mezclado con café.
A mí me gustaban las palomitas, y tu las preferías de colorines.
Tu cantabas, y yo hacia los coros.
Tu decidiste ser un lunes y un miércoles, yo opté por los días que
parecían ser pares, como martes y jueves.
A ninguno nos gustaba verlo todo igual, por eso tu cogías
los colores brillantes y yo los mates.
Yo te corregía y tu me enseñabas.
No había nadie más en el mundo aparte de nosotros.
Era nuestro planeta.
Existíamos por el mero echo de molestar
Realmente no se porqué comento porque sinceramente me ha dejado sin palabras, gustarme es poco.
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