Dentro de castillos.



Él es más pequeño, rubio, como su padre, aunque tiene los ojos oscuros.
Inquieto y divertido. Suyo donde los haya. Tímido.
Ella es mayor, le gusta leer y se parece a su madre, tiene el pelo largo,
quiere parecerse a su madre dice. Pero no sabe que ya es clavada a ella.
Ellos se protegen, el pequeño tiene la necesidad de defender a su hermana contra 
viento y marea. Y ella le leerá cuentos antes de dormir.

Ellos, sus padres, pueden ver poco del mundo que construyen todas las noches 
en esa cama que ellos han decidido compartir, la gran sabana levantada, una linterna bajo estas.
La voz de ella y los bostezos del pequeño. Dentro de castillos. 

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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.