Abriéndole puertas a mi futuro.

Y hoy es un día de esos, de los que pasan tantas cosas y tan pocas a la vez. De esos en que lo caótico se vuelve ameno, y lo sencillo complicado.
Hoy es uno de esos días en los que quiero pensar en mi, en él, en mi futuro.
Y puede que parte de la culpa de esta entrada se la tenga que dar a esta canción, pero no quiero culpar a nada ni a nadie, siempre escribo por el placer de hacerlo, como solía hacerlo mucho antes.
Escribiendo cosas sin sentido, porque no la tienen, porque pulso teclas y solo sale esto.

Cuando era pequeña, me imaginaba muchas cosas con respecto a mi futuro y con ninguna he acertado.
Quería vivir sola, quería tener a un chico que me tocase el piano antes de dormir y que me deseara las buenas noches en francés, quería saber tocar la guitarra, tener una bonita voz y componer música. Pero es algo que sé que se me da mal. También quería un cuerpo bonito, y no sé si lo tengo, pero con que a él le parezca bonito, soy feliz.
Y por eso, ahora soy una chica que ahora se plantea unos planes de futuro, que no sabe tocar la guitarra, pero que es aficionada a la lectura y gracias al cielo, se le da bien dibujar, se que tengo muchas cosas buenas, y una de ellas es no creerme la dueña del mundo por nada. Por supuesto que sé que tengo cosas malas, pero eso no importa.
Y no tengo a un chico que me toque el piano, pero se que le encanta la melodía de ese instrumento tanto como a mi, y no me deseará las buenas noches en francés, si no en italiano, y no será mi voz la que pueda componer música, si no la suya, que pueda componer frases que me dejen prendada de sus ojos. 
Y quizás no viva sola, pero lo haré. Y si mi futuro no era como planeé, no importa, yo le abro mis puertas, y llegará. Siempre lo hace.

1 comentario:

  1. El futuro no siempre es como soñamos cuando somos más jóvenes pero siempre nos puede dar algo mejor de lo que habíamos soñado.

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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.