¿Volamos juntos?


¿Volamos juntos?
Sé que escribirte una carta ahora es cobarde, se que los años pasan y posiblemente tú tengas esa vida que siempre quisiste, yo también la tengo.
Fui muy cobarde aquella noche, en aquel bar, y en todas nuestras noches.
Oh Dániel, créeme cuando te digo que estaba y estoy enamorada de ti, pero mi vida no era fácil, no quiero decir que la tuya lo fuese, pero tú eres fuerte, lo eres yo no, Dániel yo no lo soy.
¿Recuerdas cuando intentabas animarme? Lo dulce que sonaba mi nombre en tus labios.
"Ónica, preciosa, sonríe"
No quise huir, ¿pero que escusa podía darte? 
Las razones se escapan más allá de mis propias posibilidades de darte a entender que no quise hacerlo, pero ni tu ni yo jamás llegaríamos a entenderlas. Lo siento.
Y ahora te escribo, con tus ojos mirándome desde el marco de mi escritorio.
Me marcho Dániel, y el marco, los recuerdos y tú os quedáis aquí, todo mi amor me lo llevo, no soy capaz de olvidarlo, de olvidarte.
Mi vuelo hacia París sale por la mañana. Sigo siendo cobarde, podría llamarte, decirte todo esto y tener la esperanza de que vendrás a buscarme al aeropuerto, pero no puedo, no soy capaz.
Espero que puedas perdonarme.

Tuya, Ónica


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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.