¿Como era él?

Él no era como tú ni como nadie, el no era nadie, y era alguien, lo era todo y nada.
Nunca fue sol, siempre luna, jamás día, siempre noche.
Sus facciones eran suaves y sutiles, pero masculinas, firmes y perfectas.
No, el no era perfecto, tampoco quería serlo, simplemente en mi mundo él era la mota que lo perfeccionaba.
No era rubio, no, pero tenía los ojos como el hielo, eran grises, tan cristalinos que daban miedo, a veces y solo a veces transmitían tranquilidad, si, lo hacían, y en esos momentos yo me sentía segura.
Tenía el pelo negro y nunca iba peinado, es decir, siempre despeinado, me gustaba y le gustaba que jugara con él, decía que parecía la musa del sueño cada vez que le acariciaba el cabello, y quizás para mí el simplemente fuera él, pero lo era que es lo que importa.
Tocaba el piano y yo me sentaba a su lado, me recostaba en su hombro y el besaba mi cabello, a veces respiraba su colonia otras simplemente la mía, pero siempre era nosotros.
La cama era cálida aunque solo estuviésemos el y yo.
Me gustaba sonreírle y él lo hacía siempre, supongo que a él también le gustaba.
Pero era él, él era simple y amante de la simplicidad
¿Yo lo era? No lo sé, pero él me amaba
Su mundo siempre fue real y yo era su toque que lo hacía viajar al fondo de mi mundo, la fantasía era fuerte, pura y transparente.
Estábamos juntos, en aquel tiempo y ahora...

~Lo valioso es valioso porque dura poco.
No era él, éramos nosotros

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¿Otro sueño efímero?
Un placer leerlo.